02/12/13
Esta nota nace un día de esos en los que se va la luz, como cosa extraña en mi país. Pero siempre hay que disfrutar de cada acontecimiento, ver los lados buenos, no siempre pueden ser redondeados y suaves esos lados, algunas veces son puntiagudos y filosos. Pero lo importante es observar que la naturaleza nos rodea y es simplemente perfecta.
Veamos lo positivo de todo esto... A pesar de no tener luz y de paso, vivir en una ciudad calurosa los 365 días del año donde hay brisa en zonas estratégicamente ubicadas segun la naturaleza, es de los poquisimos momentos en que podemos respirar profundamente sin escuchar nada alrededor y al abrir los ojos con mucho cuidado, puedes observar el manto oscuro que nos rodea lleno de estrellas. ¿Acaso no es precioso ese manto estelar? Mientras mas agudizas la mirada, más estrellas se abren paso ante ti, se dejan ver ante tus pupilas y titilan, centellean al ritmo de los grillos y pajarillos a los que nos les gusta dormir temprano.
Mi hermana tiene razón al decir que sería genial tener un telescopio. Las estrellas que creemos ver más cerca, al igual que con las nubes, le damos forma, así nacen las constelaciones, no? La que yo observo luce incluso delineada por sus puntos y pasa de ser una rosa a un signo de interrogación. Me está preguntando el cielo ¿Cómo luzco esta noche? Magnífico, respondería, si me preguntara, sólo por si acaso. Que magnifica es la vida y dan ganas de llorar. Sea cuál sea la razón por la que no haya luz en muchas ciudades de mi país, el show continua con luces apagadas y la iluminación y atención a las estrellas, para que ellas nos iluminen el alma a nosotros.