Las ganas, la incertidumbre,
la duda eterna del "y si...?" existían.
Yo quería abrazarlo.
Él me quería besar.
Yo quería salir a charlar.
Él me quería llevar a bailar.
Yo hablaba de libros.
Él hablaba de discos.
Yo besaba lento y suave.
Él besaba frenético y agitado.
La duda que engendraba mi mente, murió. Sólo quedaron estas palabras de confort, sin saber aún en que parte de la noche me percaté de un inminente fin entre ese "tú y yo".
Es extraño cómo aún lo ves, y te escurre un deseo de tratar, he de suponer que ese deseo vive de la imagen que tengo de ti, que no existe, esa imagen que tú rompiste.
Tiempo sin vernos por acá, espero te tomes algo de tiempo para no dejar tan abandonado este pequeño lugar pues siempre que vengo por acá me hace feliz el ver que has publicado algo nuevo. Me gusta tu trabajo, te lo he dicho anteriormente y lo seguiré diciendo. Continua así, eres buena y siempre serás una de mis favoritas, hasta la próxima publicación.
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