viernes, marzo 07, 2014

Serendipias de un Martes


Hoy, luego de un día lleno de trabajo, una madre llega a casa con una sorpresa "Hoy cenamos fuera". Acompañada de sus hijos y su esposo llega al lugar, se sientan justo al lado de una pareja que reía y se miraban como si recién empezaran a salir, puede que sea así, quien sabe. La señora se dispone a detallar el menú para decidir que cenaran ese día. La niña juega con el celular de su mamá y su hermano mayor, se ve entretenido con su videojuego. Un mesonero se acerca a ellos para tomar su orden y le entregan los menús. Un día diferente, entre semana, tranquilo. La pizza podía cambiar totalmente un día y los pequeños se veían contentos de comer su comida favorita un martes.
Hoy, unos minutos más tarde, una familia decide salir a cenar ese día, sólo por que sí. Luego de conversar sobre donde cenarían, deciden ir a ese restaurant con la terraza al aire libre que tanto les agrada, ya que bajo sus tenues luces y sus exquisitos aromas, se prestaba perfecto para un día fuera de la rutina. Conversan de forma amena mientras suben al lugar, pensando que comerían, que tomarían, si hoy se arriesgarían a comer algo diferente o no. Al entrar, da unos pasos la señora con su pequeña hija, delante de su esposo, el lugar no está muy lleno, algunas parejas, algunas amigas y otras pocas familias.
El hijo mayor no entendía muy bien lo que sucedió a continuación. La señora que pasaba junto a ellos se detiene en su mesa, con una niña en brazos, saluda a su mamá y se abrazaron entre risas. Una pregunto sobre los niños y la otra respondió que eran sus hijos, presentándolos a la vez que los señalaba. La pequeña no estaba muy interesada en lo que su mamá hablaba, sólo el mayor trataba de unir cabos sueltos sin resultado alguno. Luego de que la conversación pasará de cómo estás, qué de tiempo, cómo te va, cómo está todo, se detuvo de forma natural, el hijo mayor, se atrevió a intervenir.
-Mamá, y ¿la señora quién es?
-Pues, ella es mi mejor amiga, te la presento.
-¿Ese es tu hijo? ¡Vaya, si está grande! 
Entre despedidas y espero verte pronto, la otra familia se dispuso a elegir una mesa. Mientras tanto, la pareja junto a la familia más grande, se reía y enternecía ante la escena que sucedía justo a su lado. 



{En una salida especial y mensual, que nos hace desviarnos un poco de la rutina, buscando un restaurant abierto en martes; en nuestro camino se atravesó uno con buen aspecto al que nunca habíamos entrado, pero si escuchado. Una terraza con mucho viento, luces cálidas y ambiente agradable, nos invade con esa sensación que te dice "No podía ser mejor". Mientras conversábamos de forma amena a la espera de nuestra orden; se presenta esta escena, que por más triste que suene, no la vi, pues estaba sentada de espaldas a ella; por suerte mi novio la narró y al hacerlo, sentí que debía ser contada.}

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