Una
taza de café.
Eso
era lo que ella necesitaba, sólo una taza de café recién molido
con poca leche y un ligero toque de vainilla en polvo. Delicioso ~
De
solo pensar en ello, sentia como saboreaba ... sus dibujos. Amaba las
figuras que él hacia en el café.
El
único chico que con figuras propias de un kindergardten lograba
sacar una sonrisa de esos labios que le hacian suspirar.
Solo
un año habia pasado desde que Natalia se habia mudado a Bariloche.
No era muy buena entablando conversaciones que llevaran más que
monosilabos, pero Rafael tenia un diccionario repleto de palabras
dispuestas a sacarla de su caja de cristal, dispuestas a romperla
para convertirlas asi en miles de mariposas que justo ahora
revolotean en las mejillas de Nati -como la llamaban sus amigas- con
solo ver como preparaba... café.
“Capuccino
con poca leche y un ligero toque de vainilla en polvo” Sonrió
Rafael al servirle una taza a quien hojeaba un libro
desinteresadamente -tanto que no se percató de que el libro, estaba
al revés-
Soltó
una pequeña carcajada y volteó el libro de las manos de Nati y se
sentó en su mesa sin importarle en lo más minimo lo maleducado que
pudiera parecer.
El
fuerte olor de la vainilla los envolvia, hacia de esa mesa un espacio
desconectado del resto de la cafeteria, ni el mas minimo ruido
atravesaba ese campo en el que estaban... ellos dos.
“Mucho
gusto, Rafael” Sonriendo
-como siempre-
Natalia
aún sonrojada por ser descubierta al tratar de parecer intelectual
-mientras solo se preocupaba por ver al guapo barista que tenia
frente a ella- respondió.
“Natalia.
Pero yo.. no ordené nada”
Confundida pero agradecida por el error. ¿Era
un error?
“Aún”
Respondiendo
rápidamente Rafael sin darle tiempo de hacerse más preguntas.
Una
conversación despues de un año...
Sonrisas
intercambiadas...
Miradas
esquivadas...
Una
taza de café era lo que Nati necesitaba ...con figuritas de Rafa.
~*~
Creado 18/08/2010
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